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miércoles, 14 de marzo de 2018

Migrantes y activistas repudian la visita del mandatario a la frontera

Sí se puede pasar cualquier obstáculo, afirman


En la gira que realizó para observar los prototipos del muro que pretende construir en la frontera, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue recibido con expresiones de rechazo por grupos de migrantes, quienes desde el lado mexicano corearon: ¡Fuera! ¡Fuera! y cantaron: Sacaremos a ese buey de la barranca.
Los contingentes llegaron hasta la colonia Las Torres, de Tijuana (fronteriza con Mesa de Otay, de San Diego, California), donde desplegaron pancartas, muchas de las cuales pegaron en la valla de lámina que separa a ambos países, y le dijeron a Trump que su muro no es un gesto amistoso.
La policía mexicana mantuvo a los manifestantes a unos metros del muro divisorio. Permitió que colocaran las pancartas y les pidió retirarse. “¡No wall, no hate, no Trump! (¡No muro, no odio, no Trump!)” fueron algunas leyendas escritas en las mantas.
Además, instalaron cruces en el cerco de acero, en alusión a que la construcción significará más muertes de indocumentados.
Los prototipos de muro tuvieron un costo de 23 millones de dólares. Trump permaneció entre ellos unos 50 minutos, durante los cuales no se le pudo ver desde el lado mexicano.
Los tractocamiones colocados a lo largo del tramo donde se realizó la visita sólo dejaron a la vista los pies de los acompañantes de Trump, pero se les pudo seguir por medio de algunos canales de televisión.
Los migrantes no somos sus enemigos gritaban activistas de Ángeles Sin Fronteras, consignas que por momentos se escuchaban del lado estadunidense. Es un acto de poder, de supremacía, es para mostrarnos que ellos pueden más que nosotros, reclamó Sergio Tamai, vocero del grupo.
El o los muros elegidos serpentearán sobre gran parte de la frontera mexicano-estadunidense, de casi 3 mil 200 kilómetros.
¡Sí se puede (atravesar cualquier muro)!, aseguró desafiante un mexicano frente a la frontera. Su intención era gritarle a Trump y quemar una piñata que lo representa, pero agentes de la Policía Federal mexicana lo disuadieron.
Pareciera que Trump quiere venir a decirnos que aquí está, que va a hacer lo que él dice de los muros, dijo a la Afp Eladio Sánchez, obrero de 30 años que vive desde niño en un humilde barrio a escasos metros del lado mexicano de la frontera.
Para Sánchez, que ha cruzado la frontera en forma ilegal varias veces, el prototipo más retador es el único con un copete de rejas y picos, construido por Texas Sterling Construction.
Igual sí se puede cruzar, nomás que está un poquito complicado, pero siempre le busca uno la manera de cómo brincar, por la necesidad, asegura este hombre que extraña poder ver, sin obstáculos, las montañas del desierto.
Se estima que unos 11 millones de indocumentados viven en Estados Unidos, la mayoría mexicanos. Ellos son ¡la prueba de que sí se puede pasar y que cada vez estarán pasando más mexicanos!, exclamó Sergio Tamai, fundador de la organización Ángeles Sin Fronteras.
“Van a buscar por dónde (pasar), el desierto, la montaña, los polleros (traficantes de personas). El ánimo de querer pasar no se quita. Ese deseo de querer mejorar a tu familia es una energía tan fuerte, tan poderosa”, retó este combativo activista frente al albergue Hotel del Migrante, que fundó en la fronteriza Mexicali.
Cerca de ahí, Salvador Moreno friega el piso del albergue. Lo hace desde que lo deportaron hace dos años de California, donde vivió 14 como campesino. Sus varios intentos por regresar en forma clandestina para reunirse con su hijo terminaron en detenciones, porque ahora es más difícil, pero esto no le impide acariciar su eterno sueño americano. Primero Dios, volveré, dice tímidamente.

Mireya Cuéllar, Antonio Heras y Afp
La Jornada Baja California y corresponsal
Periódico La Jornada

El presidente de EU visitó San Diego para conocer los prototipos de barrera

Sin un sistema de muros no tendremos país, afirma Trump

México tiene problemas con los cárteles y nosotros los combatimos duro, señala
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Activistas y migrantes mexicanos protestaron en Tijuana, Baja California, por la visita de Donald Trump a San Diego, California, donde inspeccionó los prototipos del muro fronterizo que pretende construir
Si no tenemos un sistema de muros no vamos a tener un país, dijo el presidente estadunidense Donald Trump al visitar por primera vez en esta ciudad californiana los ocho prototipos de muro que servirán como modelo para su plan de construir barreras físicas a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México si recibe los fondos del Congreso.
Agregó: (México) tiene una elección cerca. He escuchado que hay gente muy buena compitiendo y he escuchado que otros quizá no son tan buenos. De cualquier forma lo sabremos manejar.
Expuso además que “hay muchos problemas en México; tienen muchos problemas ahí y tienen los cárteles y… estamos combatiendo a los cárteles, los estamos combatiendo duro, nadie los combatió como nosotros”.
La visita de Trump a California, donde obtuvo poco más de 30 por ciento de los votos en la elección presidencial de 2016, estuvo marcada por protestas.
El mandatario estadunidense elogió al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, de quien dijo que es un tipo maravilloso con quien estamos tratando de solucionar las cosas, y admitió que no sabe qué pasará. Agregó que Enrique es un negociador muy bueno. Ama al pueblo de México y trabaja muy duro.
Trump reconoció que persisten desacuerdos con Peña Nieto y señaló que está por verse si éstos se resuelven durante la actual presidencia mexicana. Dijo que en México hay una elección próxima. Entiendo que hay candidatos muy buenos y otros que tal vez no son tan buenos. En todo caso, lo manejaremos.
El fin de semana pasado Trump señaló que en reciente conversación telefónica Peña Nieto me dijo que tenía que hacer una declaración diciendo que México no tendría que pagar por el muro, a lo que el mandatario estadunidense contestó: ¿Estás loco? No haré tal declaración.
Sin barrera se desatará el caos
Durante su visita para revisar los prototipos del muro que diferentes contratistas han erigido en la frontera con San Diego, Trump advirtió ayer que habrá un caos si no se construye el controvertido muro que quiere levantar en la frontera con México, mientras inspeccionaba en California varios prototipos de este proyecto.
“Para la gente que dice ‘no al muro’, si no tienes muros aquí, ni siquiera tendrás un país”, dijo el mandatario. Trump insistió en que las fuerzas de seguridad deberán ser capaces de ver a través de la estructura para poder controlar a los cárteles criminales que podrían estar a medio metro de distancia del lado mexicano.
En las inmediaciones de la zona industrial de Otay se concentraron manifestantes anti y pro Trump, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
¡No a las restricciones! ¡No al muro!, gritaban al menos cien manifestantes cerca del cruce fronterizo de San Ysidro, por donde ingresan miles de personas a Estados Unidos desde Tijuana cada día, muchos rumbo a sus lugares de trabajo en San Diego.
Trump inspeccionó ocho modelos a escala real –de nueve metros de altura– construidos con concreto y acero, erigidos uno al lado del otro en la Mesa de Otay, al sur de San Diego y junto a la frontera con Tijuana, México.
Cada prototipo cuesta más de 300 mil dólares y, de acuerdo con algunas estimaciones, el muro completo podría costar 20 mil millones.
Pero nada indica que la barrera que espera levantar a lo largo de los 3 mil kilómetros de frontera con México –una de sus principales promesas de campaña– esté cerca de ser construida.
Más de un año después de su llegada a la Casa Blanca, el Congreso no ha desbloqueado ni un dólar para la construcción del muro. Varios demócratas rechazan esa iniciativa, que consideran el triste símbolo de un país que da la espalda a su historia, cerrando la puerta a los inmigrantes.
A su llegada, Trump se reunió con militares en la base aérea de Miramar y se espera que termine la visita con un acto de recaudación de fondos en Beverly Hills para su campaña de relección en 2020.
Antes de su llegada, del lado estadunidense de la frontera, cerca de los prototipos decenas de personas se reunieron para manifestar su apoyo a Trump, mientras un número similar de detractores llegó al puesto fronterizo de San Ysidro.
Esta es una catástrofe ambiental, además de una mala asignación de recursos del gobierno que podrían utilizarse para la atención médica o los servicios sociales, dijo acerca del muro Cody Petterson, presidente de los Demócratas del Condado de San Diego por la Acción Ambiental.
Los manifestantes se cubrieron con banderas de Estados Unidos y ondearon pancartas con consignas como Humpty Trumpty se caerá de su muro, Resistir al idiota inestable y Sin odio en el Estado Dorado. Entre los seguidores del mandatario, Kira Innis, de 31 años, dijo que respaldaba a Trump porque no le importa un comino el color de alguien, le preocupa poner más dinero en su bolsillo.
Apuntando a uno de los prototipos, Eladio Sánchez, de 30 años, admitió que podría ser un obstáculo, pero aseguró que se puede superar de todos modos.
El gobernador demócrata de California, Jerry Brown, envió el lunes una carta abierta al presidente Trump. Le recordó que California representa la sexta economía del mundo y destacó que la prosperidad de su estado no fue construida con base en el aislamiento, todo lo contrario: gracias al recibimiento de inmigrantes e innovadores venidos de los cuatro rincones del planeta.
“La política de California sobre los santuarios es ilegal, anticonstitucional y pone en peligro a todo el país”, tuiteó Trump desde el Air Force One. Esto debe terminar, agregó.

Foto Afp
Afp y Notimex 
Periódico La Jornada

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